DR CARLOS BASANTA.*
CELEBRA TUS CARNAVALES
PERO DEBES CONTINUAR VIVIENDO
Hoy es Lunes de Carnaval, el primer asueto del año, tiempo de desempolvar los disfraces y de la organización de bonches, parrandas y viajes, fiestas de tradición mundial que se remontan en la historia al antiguo Egipto desde hace más de 5000 años, con su mayor auge en el imperio Romano cuya celebración se realizaba en honor al dios Baco, el dios del vino; de donde proviene la palabra “Bacanal”, la cual por cierto según el diccionario de la real academia significa orgía con mucho desorden y tumulto. Sin embargo una fiesta considerada pagana tiene también su connotación religiosa; el carnaval precede al miércoles de ceniza donde comienza la cuaresma y la palabra carnaval proviene del latín “Carnelevarium” cuyo significado es quitar la carne, atendiendo a la prohibición de comer carne durante los cuarenta días que dura la cuaresma de acuerdo al calendario cristiano. Algunas tendencias religiosas llaman a no celebrar el carnaval por considerarlo pecaminoso; en lo particular y sin ningún poder de decisión en este sentido, quiero decirte lo siguiente: Celebra tus carnavales, pero debes continuar viviendo.
El carnaval es una fecha que pone al país en movimiento el año pasado, en los carnavales del 2008 se movilizaron más de 13 millones de personas de acuerdo a cifras de protección civil, 4 millones de carros por las carreteras aumentando el riesgo de accidentes de transito, resultando un total 312 accidentes con 59 muertes con el común denominador del alcohol y la imprudencia, pese a los múltiples esfuerzos y cuantiosa inversión de recursos en los operativos viales de la temporada, de los cuales por cierto no dependen los resultados, es imposible un funcionario para cada conductor, una tontería implementar una ley seca que lo único que logra es estimular las ventas ilegales de licores. Ojala pudiéramos instalar al momento de expedición de la licencia de conducir un Chips de prudencia y sentido común, claro que no, pero si podemos empezar a educar a los futuros conductores, los niños en una adecuada conducta vial, ese es el nuevo hombre que queremos, el nuevo ciudadano, es una obligación reestructurar los certificados médicos de conducir, para evitar con un diagnóstico oportuno las conductas violentas, el manejo ofensivo y transgresor es un problema de actitud individual.
En los carnavales nos disfrazamos de excesos, la mascara de la desinhibición cubre nuestros rostros y lo peor es que interiorizamos los poderes de los trajes, aunque no los tengamos. Asimilamos el poder de no dormir, quien está cansado yo?, ahora es que el cuerpo aguanta, por supuesto que puedo manejar, solamente nos tomamos 2 botellas y apenas son las tres de la mañana. Sin embargo existe otra manera de disfrutar, ni tan calvo ni con 2 pelucas, no se te pide que te encierres en la iglesia, aunque algunos prefieren hacerlo y no me cuento entre ellos, pero tampoco es obligado poner en riesgo tu salud individual, que involucra la salud familiar directa e indirectamente; después de los carnavales sigue la vida y tu participación en ella es necesaria, tenemos que seguir disfrutando de los hijos, de la pareja de los amigos y ellos a su vez quieren seguir teniendo el derecho de disfrutarnos, no limitemos ni les quitemos ese derecho.
Disfrutemos el carnaval, con algunas precauciones por supuesto fáciles de cumplir si nos queremos a nosotros mismos. Prepara tu viaje con antelación, lo que significa una revisión previa de tu vehículo, cauchos, frenos fluidos, cinturón de seguridad, entonación de motor, y una buena ración de paciencia alcohólica que asegure un transitar y destino seguro. Si eres de los que juegan carnaval con agua, hazlo con tus amigos y familiares, no involucres a terceros sin autorización, ya que podría traer como resultado una respuesta violenta impredecible en estos tiempos, no utilices sustancias toxicas, practicando estos juegos en recintos cerrados y no en la calle, son frecuentes los arrollamientos al tratar de huir para evitar ser mojados. Carnaval es alegría, es fiesta es diversión, no lo conviertas en llantos lutos y tristezas, no depende del gobierno, ni de los operativos, depende de ti, depende de nosotros.
PÍLDORAS DE TU MEDICO.
En los carnavales se aumentan los riesgos de trastornos gastrointestinales, no solamente por la ingesta exagerada de alcohol que puede producir una gastritis o una ulcera gástrica o duodenal, sino que es temporada de aumento de ventas y consumo de comidas ambulantes sin el más mínimo control sanitario, restaurantes de carreteras sin supervisión hacen su agosto en Febrero, en los sitios de desfiles de comparsas, el humo de las fritangas le da un aspecto sepulcral a los disfraces, dentro de esas “comidas” de buen olor, rápida o no, de seguro están disfrazadas las Samonellas, las amibas, y otros parásitos y bacterias cuyo daño puede ser letal y obligarte a un regreso precoz y en un vehículo distinto al cual viniste.
En estas fiestas aumenta el riesgo de las enfermedades del corazón por motivos por todos conocidos, además de elevarse a su máxima expresión el peligro de adquirir enfermedades de transmisión sexual incluyendo al sida, ten una conducta sexual responsable y cuídate que una buena apariencia puede ser un disfraz.
VACUNA CONTRA EL ESTRÉS
Dos vecinas conversando:
Comadre que orgullosa me siento de mis dos hijos tan decentes y educados, no como esos malandros de por ahí, esta mañana se fueron para Margarita, ya habrán llegado?, los voy a llamar:
- Alo, alo, hijos ya están en la isla?
- Aun estamos en el ferry mamá, pero ya estamos atracando.
- Cooomo ya se quedaron limpios?
En mi pueblo había una sola chinga, Manuela quien se disfrazaba de Negrita en Carnaval y recorría todo el pueblo con su disfraz diciendo, “a e no e ooonocees”
Hasta nuestro próximo contacto.
*Medico. Magíster en Salud Pública.
E. mail basantac@cantv.net