DR CARLOS BASANTA Y SU NOTA SALUDABLE - - La Salud Social del Venezolano

 

 
 

 

DR CARLOS BASANTA.*
 
 
LA SALUD SOCIAL DEL VENEZOLANO
 
Cuando la Organización Mundial de la Salud en el año de 1946 define a la salud como” Un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades”, estaba reconociendo en ese momento la importancia de los factores ambientales, no solamente como condicionantes del estado de salud física del individuo, se institucionalizaba en ese entonces que las personas no solo tenían alteraciones del orden físico, entraba en juego el componente de la salud mental y de la salud social, con todo lo que implica la socialización como proceso y como forma de integración humana de un individuo libre, con deberes, pero por encima de todo con el derecho a una condición natural de vivir bien, lo cual más tarde se conceptualizaría bajo el término de calidad de vida. Se dejaba claro que el ambiente y el entorno significaba mucho más que medio ambiente natural, sus relaciones interpersonales, sus necesidades básicas sociales como la vivienda, la educación, el vestido, el derecho a la libre información y el respeto a su estado natural de libertad, como componentes del concepto integral de salud.
 
La Salud Social va mucho más allá de la habilidad para mantener unas relaciones interpersonales saludables, incluye la relación que tiene cada persona con su comunidad y la salud general de las mismas comunidades y para lo cual se deben considerar tres aspectos fundamentales; lo Económico, lo Social propiamente dicho y lo Político como garante de la participación individual y colectiva. La Sanidad Social debe garantizar ingresos suficientes, empleos seguros, accesibilidad a los recursos desde el punto de vista económico, con la garantía de la unidad familiar, interrelación social y comunitaria solidaria y en armonía donde lo filial predomine sobre los dogmas independientemente de su origen y donde los individuos sin discriminación de credos, razas ni ideología tengan las mismas oportunidades de participación en las decisiones que afecten la vida social en su conjunto. La salud Social debe ser garantía de inclusión, económica, comunitaria y política.
 
Mucho más allá del aspecto filosófico de la salud Social, la misma puede ser medida desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo en función de indicadores, de síntomas y signos, como los índices de desempleos, la inflación, el poder adquisitivo y la magnitud de exclusión social, todo ello como causa y efecto de otros criterios, tales como la violencia, la delincuencia y todas sus vertientes, los trastornos sociales afectivos, dentro de los cuales la agresividad como conducta habitual, el maltrato infantil y de género, los niños en la calle y los niños de la calle, además de aquellas alteraciones de la salud mental, expresados en el estrés crónico y la ansiedad social conocido anteriormente como fobia social, lo cual lleva al individuo a autoexcluirse incluso de las relaciones interpersonales más sencillas, y por otro lado conductas fundamentalistas de ciertos sectores y la desconfianza generalizada inhibe la participación individual y colectiva, conllevando todo lo anterior a los que los entendidos conocen como trastornos de la personalidad por evitación con patrón general de inhibición social.
 
En Venezuela las más sencillas relaciones interpersonales como son las filiales han sufrido un resquebrajamiento importante a consecuencia de la polarización política y las conductas fundamentalistas asumidas por actores de ambos bandos, La mitad de la población se encuentra excluida desde el punto de vista de su participación en la toma de decisiones de los aspectos inherentes a su cotidianidad social y política por el mismo motivo, muchos de ellos han sufrido del apartheid laboral al encontrarse en criminales listas en manos de empleadores públicos. En los barrios y urbanizaciones se vive en constante estado de sitio y toque de queda nocturno por acción de la delincuencia. El observatorio Venezolano de la Violencia refleja una tasa de 49 Homicidios por cada 100.000 habitantes para el año 2008, un índice superior a la vecina Colombia con 33 muertes violentas por cada 100.000 habitantes en ese mismo período, aun con Guerrillas y Paramilitares. En Ciudad Guayana, lugar donde se escribe esta columna, 58 homicidios ocurrieron el pasado mes de Mayo 2009. Las rejas son el común denominador de nuestras viviendas.
 
PILDORAS DE TU MEDICO
 
·        La convivencia social, el reencuentro de todos los venezolanos, su calidad de vida y la integridad de la Salud Social y de todos sus componentes y su conjunto debe ser garantizado por el estado. Los esfuerzos de la clase política, lamentablemente hoy están dirigidos en acciones que para la generalidad de la población no son importantes; sintiendo en su gran mayoría que los problemas inscritos dentro de la salud social no han sido resueltos.
·        Es importante que hagamos un esfuerzo extraordinario para mejorar el ambiente político que se ha convertido en trabas para la salud social. Nos urge un estado arbitro y no parte, porque independientemente del color del gobierno, quien coordina el estado y es parte de el, pero no es el estado, por la salud social, necesitamos un estado sintetizador del bien común, que garantice la ley y el orden y que su objetivo fundamental se centre en el interés nacional y no de parcialidades.
·        Salud social traduce seguridad social, amor entre hermanos y paz social e indudablemente prevención de enfermedades..
 
 
    VACUNA CONTRA EL ESTRÉS
Un pobre hombre estaba acostado en su cama, en el último estado de una enfermedad terminal, le quedaban pocas horas de vida.
De repente huele el aroma de hallacas recién hechas, fresquitas. ...Para él no había nada mejor en el mundo que las hallacas de su mujer Chepa.
Haciendo un esfuerzo sobrehumano, baja las escaleras y, dirigiéndose al comedor, empieza a percibir el vapor que lleva el aroma a masa de maíz pilao, carne de cochino y de gallina que desde la cocina emanaba.
Llega hasta la mesa de madera donde se encontraban extendidas las suculentas hallacas aun calientitas y toma una, viendo que sus esfuerzos habían valido la pena... sería como su último deseo.
Repentinamente... zuácate!
siente un fuerte golpe de cucharón en la cabeza que casi lo hace caer presa de la debilidad en sus piernas.
Tratando de no desplomarse al suelo hace un giro por voltear la vista, y alcanza a ver a su mujer con un cucharón de hierro en la mano, que le decía:
- Ni se te ocurra carajo.... ¡son pa'l velorio!
Tan pronto el impaciente recién casado se encuentra con su amada en la habitación del hotel, con desesperación comienza a despojarse de su ropa, diciendo:                                                                                                                - - - - Ahora si mi amor, ¡te voy a hacer lo que nadie te ha hecho!                                                         La novia asustada comienza a gritar y a correr por la habitación diciendo:                  -¡No me mates, no me mates
 
Hasta nuestro próximo contacto.
*Medico. Magíster en Salud Pública.
E. mail basantac@cantv.net
 
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