DR CARLOS BASANTA Y SU NOTA SALUDABLE - - Por el bien de todos, revisemos la relacion médico paciente
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DR CARLOS BASANTA.*
 
 
POR EL BIEN DE TODOS, REVISEMOS
LA RELACIÓN MEDICO PACIENTE
 
Es preocupante la frecuencia de las opiniones negativas con las cuales salen los pacientes de algunas consultas médicas tanto pública como privada, expresiones como: Ni me tocó, no levantó la vista, solo se limitó a escribir la receta, me insultó, me dijo que parecía una vaca, no me dejó hablar, son las quejas más comunes que los pacientes expresan en la calle y al acudir a otro médico con el cual adquieren confianza, es poco frecuente que señalen que el médico no sirve, no se percibe la duda sobre la capacidad profesional del colega o la colega, lo que manifiestan es la inconformidad con el trato recibido, no se estableció en esos casos una empatía entre el médico y la persona, el ser humano que acudió en busca de ayuda, alguien con una afección orgánica tal vez, pero con implicaciones en otras esferas, psicológicas y sociales, una conjunción de sentimientos y que deben ser vistos como tales, más que un caso de una enfermedad específica.
 
La comunicación es una condición inherente a la convivencia humana, un proceso entre dos actores y que debe generar la respuesta que esperamos al intentarla, es probable que estemos fallando en la comunicación con el paciente, culpa nuestra o del paciente, debe formar parte de la reflexión, pero lo que si es cierto es que en algunos casos no establecemos una verdadera reilación médico – paciente, lo cual puede llevar al fracaso del fin esencial del acto médico que es restituir la calidad de vida del paciente, de esa relación va a depender la confianza en el diagnóstico, la adherencia al tratamiento y la disposición a los cambios que a juicio del médico implique la totalidad de la terapéutica. La relación médico – paciente no debe ser solamente profesional, debe considerar obligatoriamente el componente humano, brindar la confianza del individuo esperanzado en mejorar su condición, tenemos la responsabilidad de individualizar y personalizar al otro, deslastrarnos de prejuicios y juicios de valores sociales, aunque seamos parte de la misma sociedad, y entender además que existe algún grado de perturbación emocional en el paciente que puede ser barrera, pero tenemos la formación profesional para sortearla.
 
La relación médico – paciente para que sea real debe comenzar por reconocer los derechos de ambos actores y el ejercicio efectivo de los deberes de cada cual, el paciente tiene derecho a recibir una atención respetuosa y digna, debe ser considerado como una herramienta fundamental de su propio tratamiento, debe recibir explicación en términos sencillos de su diagnóstico, de los procedimientos que se le realicen, sus resultados y objetivos. Pero también el paciente tiene deberes y responsabilidades que cumplir en esa relación, debe ofrecer una completa información de sus dolencias, relaciones, de la sinceridad y apertura del trato dependerá en gran medida la certeza del diagnóstico, es su obligación seguir las instrucciones de su médico, además del respeto en todos los sentidos a la persona que presta la ayuda, independientemente de la condición de privada o pública, el pagar una consulta no da derecho a la ofensa ni al mal trato. Debemos tratar a los demás como nos gustaría que fuésemos tratados.
 
La relación médico - paciente, si bien es cierto que es una relación de 2 personas en igualdad de términos humanos, no es menos cierto que existe una desigualdad profesional necesaria para iniciarla y que su conocimiento induce a la persona en minusvalía a buscar ayuda en el otro, del cual por su formación va a depender en gran medida el establecimiento y el mantenimiento de esa relación. El médico tiene herramientas y habilidades para lograrlo, sin perder su condición, tiene el deber de mirar a la cara al paciente, hacerle sentir que para el es importante, debe tratar de utilizar un lenguaje sencillo, coherente, claro, traducir lo que sea necesario de los términos técnicos, la intensidad y el tono de la voz debe invitar  a la confianza y participación, incluso la postura corporal que asumimos frente al paciente puede influir en la empatía, debemos escucharlo con atención, hacer que se sienta observado, Guiarle más que darle ordenes, animarlo en su tarea y evaluar continuamente con su participación activa la evolución del proceso.
 
PILDORAS DE SU MEDICO.
 
·         Los médicos venezolanos somos por tradición de formación humanista y aunque existen casos aislados, como los hay en todas las áreas de la viña del señor, en su gran mayoría cuentan con una sensibilidad social que los hace dignos herederos de Vargas y de Hernández, además de que la formación médica venezolana desde el punto de vista científico está a a altura de los grandes centros del mundo, pero humanos al fin no estamos exentos de errores, lo importante es que tengamos la capacidad de reconocerlos y subsanarlos, de allí la importancia de las críticas de personas extra gremios que incluye a los pacientes, para corregir lo que hemos creído estar haciendo bien en la relación médico paciente, de lo cual podemos decir, depende en gran parte nuestra subsistencia profesional.
 
VACUNA CONTRA EL ESTRÉS
Un hombre va a ver al urólogo y le dice que quiere hacerse una vasectomía.
El doctor le dice que esta es una decisión muy grande, y que si lo había comentado con su esposa e hijos
Y el hombre le contesta que sí; que lo sometieron a votación
     Y fue una decisión 27 a 2.
 
Un señor con muchas marcas en la cara acude al Dermatólogo
-       Dr  yo vengo para que me arregle el cutis
 El médico se queda observando aquel poco de huecos y le dice
-       Amigo creo que usted se equivocó, el taller de latonería queda
       en la otra esquina.
 
Hasta nuestro próximo contacto.
*Medico. Magíster en Salud Pública.
E. mail basantac@cantv.net
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