DR CARLOS BASANTA Y SU NOTA SALUDABLE - Ver al parque la LLovizna así me entristece
 

DR CARLOS BASANTA.*
 
VER AL PARQUE LA LLOVIZNA
EN EL ESTADO ACTUAL
ENTRISTECE MI CORAZÓN GUAYANES
 
Quien escribe es un asiduo visitante del parque la Llovizna, sobre él, he escrito en tres oportunidades anteriores, en uno le confiero cualidades terapéutica y lo titulo como “Lloviznoterapia”, en otro narro un sueño imaginario preocupado por la falta de vigilancia en el parque, la inseguridad y las posibles consecuencias de entregarle esa maravilla a la municipalidad y al clientelismo político. En la tercera columna salgo en defensa de este natural centro de rehabilitación y vida ante el rumor de la existencia de una serpiente Anaconda gigantesca responsable de la desaparición de una niña y hasta de vigilantes lo que hizo alejar  a muchos visitantes del parque y ante lo cual escribí denotando la falsedad del mismo, he recorrido todos los rincones de ese extraordinario oasis natural, transitando innumerables veces  sus senderos y a cambio me regala salud y días de vida, es una maravilla su multiplicidad de flora y su rica fauna, En mis años de caminatas he visto salir el sol tras sus cascadas, jugado con sus monos, me he encontrado con Dios y conmigo mismo con su hermosa escenografía, de la cual me confieso enamorado.
 
El Parque la Llovizna es un icono de esta tierra de gracia, sin temor a equivocarme el más bello de Venezuela y donde se evidencia con mayor plenitud la descripción hecha por Don Pedro Berroeta “Junto a la mano de Dios la mano del hombre, así es Guayana”. Hasta ahora y desde su creación la responsabilidad de su mantenimiento le correspondía a la empresa EDELCA, quien independientemente del color de sus autoridades, mantuvo en todo su esplendor esta conjunción de lo natural y lo humano, incluso llegue a señalar que este lugar era un suceso extraño en un país donde todo lo que fue hecho antes de las autoridades actuales debe ser destruido, en ese lugar se rompió la regla, en sentido general se había mantenido el cuido, y pensaba que no podía ser de otra manera porque esas hermosas hectáreas de praderas verdes y espumosas aguas, enamoran y no puede haber mala intención ante tanta belleza.
 
Las circunstancias me alejaron por casi 2 meses del parque, pero una vez superadas;  la saludable obligación de las caminatas diarias me hizo regresar a su cotidiano encuentro, y comienzo a recorrer sus caminerías, al llegar al kilómetro cero, no podía creer lo que estaba observando, la primera pradera, donde los arboles se apartan para rendirle culto al sol, distaba mucho de lo que estaba acostumbrado a ver, lo que antes parecía una grama al ras, era un monte de más de 40 centímetros separadas por huellas de vehículo al estilo de los rustiqueros de la gran sabana. Aumentaba mi angustia a la par de los kilómetros recorridos, no era solo eso, todas las ensenadas, cual potreros en espera del ganado y guardando el pasto; el monte en algunos lugares supera el metro de altura, uno de los carteles que le indican al turista donde se encuentra y como se llama el paraje, alimento de comejenes, el techo de la Churuata de Pozo escondido, desparecido, y en su lugar un toldo de fiesta colocado por un grupo que anualmente pernocta en el parque con carpas. La laguna de la babas casi desaparecida por la vegetación y arboles obstaculizando el paso por los senderos.
 
No había visto nunca a mi parque, a nuestro parque en ese estado, no entiendo el abandono y la desidia, como tampoco entiendo el silencio ante tal hecho, es probable que el deterioro progresivo no se note, o nos acostumbremos a verlo, pero cuando la visión actual contrasta con la que dejaste hace varias semanas, hace inevitable el impacto. Poco a poco fue desapareciendo la vigilancia privada, el tren que paseaba a los turistas, ya no transita sus sendas y aunque el descuido cubre a la mayor extensión de terreno, en los sitios aledaños al salto es distinto, lo cual me hizo recordar a la querida vieja de la casa al reclamarle a la aseadora de turno familiar; “esta niña  limpia solo por donde pasa la virgen”. Sin embargo debo señalar un hecho positivo a la 5 y media de la mañana comenzaron a ser distribuidos funcionarios de la Guardia Nacional en varios sitios de la ruta habitual del visitante.
 
 PILDORAS DE TU MEDICO
 
Ciudad Guayana según los operadores Turísticos es una zona de paso y no un destino como tal, lo cual no entiendo, nuestro potencial es inmenso, pero descuidando los Parques, alejamos al turista y hasta a los propios lugareños, como pueden los niños correr en parajes enmontados, se inhabilitan las churuatas destinadas a la convivencia familiar y social. El Parque la Llovizna, es más que el salto de agua que le da su nombre, es el verdor de sus praderas, es el grito de los niños, la mirada tierna de los enamorados, la fuerte pisada de sus caminantes y corredores, es el amor de un pueblo que ama y necesita estos espacios.
Ver al parque la Llovizna en el estado actual (domingo 24 de julio 2011) entristece mi corazón Guayanés. No puedo imaginar el pesar que debe embargar a don Rafael Mendoza creador del diseño humano del parque, a quien después de jubilado aun lo veo con su vieja camioneta supervisando su obra. Señores responsables del parque aun están a tiempo de enderezar el camino, Guayana no les perdonaría el asesinato de su orgullo.
Por primera en muchos años caminar en el Parque la Llovizna me produjo estrés. Salvemos nuestro símbolo.
 
 
VACUNA CONTRA EL ESTRÉS
 
En una de las caminatas de madrugada en la Llovizna, Jose un habitual compañero me dice en tono de preocupación:
-       Dr. No sé qué le está pasando a mi mujer de todo se queja, todo es una inconformidad y eso que yo le doy de todo, incluso al regresar a la casa después de caminar en el parque, lo primero que hago es coger la escoba
-       Allí está el problema José, no es a la escoba, es a ella.
 
En una oportunidad se corrió un fuerte rumor de una gigantesca Anaconda en el parque, un amigo que sabía que yo era un caminante de la Llovizna me pregunta
-       Dr. es cierto lo de la culebra en el parque la Llovizna?, no le da miedo?, mire que son peligrosas.
-       No te preocupes Antonio, las serpientes más peligrosas que hay en ese parque llegan a las 6 de la mañana y en licras.
 
 
*Medico. Magíster en Salud Pública.
E. mail basantac@cantv.net
Twitter: @drcarlosbasanta
 
 
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