El lunes 11 de Enero, al llegar al ambulatorio de Manoa encuentro los portones cerrados con pancartas y en el interior del estacionamiento una gran cantidad de personas congregadas junto con parte del personal que allí labora. Que está pasando?, le pregunto a una enfermera; es la comunidad me responde, los concejos comunales de la parroquia que protestan por el estado del ambulatorio, fallas en la atención y por la inseguridad, que le parece?. Amiga, el artículo 83 de la constitución nacional dice entre otras cosas; “Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa”,  están ejerciendo su responsabilidad, al acercarme escucho algunos de los planteamiento, dentro de los cuales le daban 3 días a las autoridades de salud para obtener respuesta. En ese momento se me acerca un usuario del centro y me dice: Dr, eso es culpa de los que dirigen la salud aquí, esos funcionarios ineficientes son los que dañan la imagen del presidente. Le pongo la mano en el hombro y le señalo, eso no es cierto. Caramba doctor, no me diga que va a defender  al jefe del Distrito Sanitario; No se trata de defensa alguna, le respondo, es necesario colocar las cosas en su exacta dimensión, los problemas del ambulatorio de Manoa, no es más que un reflejo de la grave crisis sanitaria a nivel nacional, no es un hecho aislado, es el resultado de la forma errada como se ha venido conduciendo al sector salud Venezolano.

 

El Deterioro de los centros de salud del sistema público tradicional, pareciera responder a una política de estado, con el fin de hacerlos colapsar e imponer la nueva estructura de funcionamiento con la misión Barrio Adentro 1, 2 y 3; en el futuro sanitario de la revolución, no aparecen esos ambulatorios, los tres niveles estarían representados por los consultorios populares, los hexagonales de barrio adentro 1, las clínicas populares, para lo cual han construido hasta la fecha 423 CDI y 508 SRI, y los hospitales del pueblo; de los cuales no tengo conocimiento de ninguna nueva construcción, salvo el Cardiológico infantil de Caracas. Hemos invertido la pirámide de atención en salud, hemos descuidado la prevención; en esas estructuras que están dejando morir, acude un alto porcentaje del pueblo, en el ambulatorio Manoa por ejemplo tiene su asiento la mayoría de los programas preventivos, inmunización, infecciones de transmisión sexual y SIDA, salud respiratoria que engloba tuberculosis y asma, dermatología sanitaria, enfermedades crónicas que previenen enfermedades renales, cardiovasculares y diabetes, cuenta además con un laboratorio de Epidemiología, y en la parte curativa con la gran mayoría de las especialidades, un quirófano y con un personal de alta mística,  pero sin recursos. El presupuesto del 2009 fue de 41516 BF hasta Marzo, cuando lo redujeron a 21280 BF y para colmo no le mandaron los últimos dozavo de la asignación presupuestaria.

 

El presidente de la república señaló en su mensaje navideño del 2009 que cristo vino al mundo para hacer nueva todas las cosas y que la revolución “debe tomar el impulso transformador para hacer nuevas todas las cosas; dejemos atrás lo que debemos dejar atrás”. Los gobiernos marcan la pauta ideológica de sus acciones, eso podríamos considerarlo normal, lo anormal es que esos cambios sin planificación, que responden más a estados emotivos dominicales atentan en la práctica contra la inclusión que se pregona, lo cual es evidente en el sector salud. Se habla de atención primaria y se construyen salas de rehabilitación, y no es malo se que hagan, pero la doctrina sanitarista lo que trata es de evitar que alguien necesite ser rehabilitado, en estos momentos estamos transitando el camino opuesto. Se está considerando un triunfo en salud el hecho de una gran cantidad de consultas realizadas por barrio adentro, lo ideal sería que menos gente se enfermera y esa labor se realiza en esos ambulatorios como el de manoa, por eso la protesta de los consejos comunales, más que en defensa de una infraestructura puntual, debe ser en defensa del derecho a la salud, el cual está siendo vulnerado en el país, aunque contradictoriamente se estén haciendo inversiones en el área.

 

Los consejos comunales en su protesta de Manoa mostraban su preocupación por la falta de médicos en la emergencia, en el país el déficit de médicos en los centros de salud pública oscila entre el 30% al 50% dependiendo de las regiones, la falta del recurso médico es tal que muchos postgrado de medicina no pudieron arrancar al no cubrir las plazas mínimas, y la causa de ello aunque se quiera negar está en las malas condiciones laborales del sector, donde los sueldos de hambre, el maltrato oficial y la inseguridad han hecho emigrar a miles de galenos hacia otras latitudes y los especialista hacia el sector privado. El sector laboral sanitario en todas sus expresiones ha sido marginado por las políticas oficiales, contratos colectivos y convenciones profesionales secuestradas y en el congelador, mientras el poder adquisitivo del trabajador de salud se dirige hacia el subsuelo. La inseguridad en los centros de salud atenta contra el derecho a la vida de los trabajadores sanitarios, muchos han sido agredidos físicamente en sus sitios de trabajo, secuestrados e incluso gravemente lesionados, todos conocemos a un compañero a quien la han robado su vehiculo, e incluso la cesta ticket en sus centros de labores, por ello en ocasiones ante la falta de vigilancia y los riesgos que ello conlleva, el equipo de salud se ha visto en la necesidad de cerrar las puertas en horas nocturnas, lo cual por supuesto perjudica a los usuarios que no pueden recibir atención.

 

Señores dirigentes sanitarios, en los cuales incluyo a los diputados de la comisión de Salud de la Asamblea Nacional es urgente que se revisen, se adecuen y se aprueben las leyes de salud y de seguridad social que están hibernando en la Asamblea Nacional, para que se ponga el barco de la salud venezolana con la proa hacia un Horizonte positivo. La salud no se puede gerenciar con medidas efectistas y aisladas, el sector salud es un motor de múltiples partes, engranadas en un vehiculo llamado estado que no esta siendo conducido de la mejor manera.

La violencia en los centros de salud, definitivamente es la expresión de la inseguridad reinante en el país, pero en su análisis deben involucrarse alguna variables específicas del sector, donde lo laboral, las condiciones de trabajo y el respeto oficial hacia el equipo de salud deben tener carácter primordial.

La construcción y puesta en funcionamiento de los CDI y los Centros de Rehabilitación, pierden el impacto que deberían tener cuando la gente los compara con los centros a los cuales acuden a vacunar a sus hijos, a recibir charlas educativas de prevención, pongámonos  de acuerdo en el rescate de la red ambulatoria tradicional.

La comunidad debe defender sus derechos y sus espacios; y comunidad somos todos. Por cierto los trabajadores del sector salud no tenemos HCM, de allí que seamos los primeros interesados en dar y recibir una atención de calidad.

 

Una mujer entrada en años y muy coqueta, llega a una farmacia y pregunta:
- Usted vende condones extra largos?
- Si, claro, cuantos quiere?
- Ay mijito, yo ninguno. Pero si no te importa, me gustaría sentarme aquí a esperar a ver quien llega a pedirlos.

 

 

*Medico. Magíster en Salud Pública.