La influenza AH1N1 está entre nosotros, es una pandemia real a la cual debemos enfrentar; desde la Organización Mundial de la salud nos dicen que los peores momentos de la gripe están por venir, y los recursos existentes para combatirla son limitados, desde los necesarios para tomar la muestra, hasta de los medicamentos utilizados, al extremo que Suiza acaba de aprobar el aumento de la caducidad del uso del fármaco antiviral más utilizado, hasta 2 años después de la fecha de vencimiento que aparezca en el envase. Solo en Venezuela hay un total de 807 casos confirmados con 19 muertes, según el MPPS, (aunque para la OPS en su actualización regional de fecha 28 de agosto se reportan 24 defunciones) y en el estado Bolívar, residencia del autor de esta columna, las cifras oficiales, hasta la fecha, 31 de Agosto, señalan 30 casos confirmados y 5 muertes asociadas. Ante la “realidad estadística” y las limitantes, incluso estructurales, es una necesidad imperiosa profundizar en el camino de la prevención, “para combatir y prevenir enfermedades, lo mejor es saber de que se trata”, la percepción del país es que la campaña comunicativa y educacional, no ha tenido el impacto suficiente. Sin demora debemos intensificar y reorientar el mensaje, sobre todo a los que más riesgos tienen de complicarse y morir como las embarazadas, las edades extremas de la vida, enfermos respiratorios y otras enfermedades crónicas como la Diabetes, de cuya relación con la actual gripe conversaremos en el día de hoy.

 

“Casi la mitad de las personas que han fallecido por la influenza AH1N1 estaban embarazadas o sufrían problemas de salud anteriores, en especial diabetes y afecciones ligadas a la obesidad, reportaron investigadores franceses”.  El factor denominador común de todos estos casos es la inmunodepresión, en otras palabras, tenían las defensas bajas; y en el caso concreto del Diabético, los altos niveles de azúcar en la sangre comprometen el funcionamiento de los glóbulos blancos, que son las células que se encargan de defender al organismo de los agentes que causan enfermedades, por tal razón los diabéticos tienen una mayor predisposición a complicarse de la severa neumonía que produce el virus  y a morir a consecuencia de la infección AH1N1. La infección con este virus de la influenza aumenta en cualquier persona los niveles de glicemia, lo cual ocurre en mayor cuantía si la persona es diabética, con el peligro de un coma diabético o el establecimiento de un círculo viciosos, entre la acción del virus – Azúcar alta – deterioro inmunológico y mayor agresividad viral.

 

La prevención de la infección de la Influenza AH1N1 en el paciente diabético, en términos generales no difiere del resto de las personas, lo cual consiste en establecer barreras en los 2 mecanismos de transmisión, la vía aérea y por objetos contaminados,  manteniéndose alejado a una distancia de más de 1.80 metros de una persona con gripe, o el uso de tapa bocas en caso de ser necesario y/o lavarse las manos con regularidad. No obstante cobra importancia capital el saber si se es o no diabético, sobre todo en personas con factores de riesgo como antecedentes familiares de diabetes, obesos, hipertensos, fumadores, entre otros, los cuales por cierto también son factores de riesgo de complicaciones por el virus de la influenza AH1N1; pero si somos diabéticos conocidos debemos tener controlados nuestros niveles de azúcar y de grasa, es la descompensación lo que aumenta la posibilidad del contagio y empeora el cuadro. El cultivo de la conciencia responsable de ser diabético, engloba el control médico y el autocontrol, con la educación diabetológica como herramienta fundamental de prevención.

 

Si aun habiendo tomado las medidas preventivas generales y manteniendo los niveles de glicemias normales se adquiere el contagio con el virus del AH1N1, es importante que siga tomando su tratamiento antidiabético, manteniendo su estilo de vida saludable, lógicamente con el reposo necesario en estos casos e inyectándose la Insulina que tiene prescrita; el acudir al médico ante cualquier sintomatología gripal es fundamental para descartar la infección y reorientar el tratamiento es probable que ahora requieras insulina temporalmente si tomas pastillas o un ajuste de la dosis previa de las inyecciones. Manténgase en su casa y no asista a lugares públicos, respete el aislamiento domiciliario si esa fue la decisión del médico, aunque el solo hecho de tener diabetes y sospecharse del AH1N1 es criterio de hospitalización e indicación de tratamiento antiviral, el uso del tapa boca impide que usted propague la enfermedad, vigile sus niveles de glicemia y este atento ante cualquier cambio en la respiración latidos del corazón y patrones del sueño, para que se tomen oportunamente las acciones y referencias a centros de mayor resolución.

 

·        La asociación entre la Influenza AH1N1 y la Diabetes ofrece un panorama de complicaciones mutuas, por un lado la diabetes predispone a que la gripe se complique hasta con desenlaces fatales, y por el otro la infección con el virus de la influencia produce una alteración metabólica en el diabético que puede conllevar aun cuadro grave de Cetoacidosis con las consecuencias probables de coma y/o muerte.

·        Llama la atención unas declaraciones atribuidas al ministro de Salud de Nicaragua en el marco de del II Congreso de Trabajadores de la Salud de Centroamérica y del Caribe en Managua donde señala que “ la gripe AH1N1 es un factor que podría desencadenar Diabetes con propensión genética a desarrollar esta enfermedad”, refiriéndose a un caso en específico, aunque esto no tiene un verdadero valor científico y requiere investigaciones que la validen; no es ilógico el señalamiento.

 

- "¿Nombre?"

- "Jaimito Pérez."

- "¿Edad?"

- "Cinco años."

- "¿Sexo?"

- "Todavía no."

*Medico. Magíster en Salud Pública.