DR CARLOS BASANTA Y SU NOTA SALUDABLE - - La mision divina de una madre, dar vida
 

DR CARLOS BASANTA.*
 
 
LA MISION DIVINA DE UNA MADRE
“DAR VIDA”
 
Del juego pasional de cóncavo y convexo, diminutos correlones en las entrañas femeninas se saludan; un beso y una entrega dan comienzo a la espera, nueve meses es la meta, un ser comienza a crecer dentro de otro que cambia su figura, de estilizada a abultada barriga, dos corazones en un mismo cuerpo; si antes era capaz de amar, ahora se potencia el sentimiento. Porque se debe tener capacidad de gran amor para soportar con estoicismo, las nauseas, antojos del inicio, y el cansancio natural que da la carga en progresivo aumento. Inquieto e impaciente el producto formado, pugna por salir del angelical claustro, dolores, contracciones y el brotar de las aguas de la fuente rota, avizoran el nacer de vida nueva, tras llantos, pujos y quejidos, lagrima conjugada de dolor y dicha, la titulan de madre, cumplió con su papel y dio la vida.
 
Parir es el principio de una larga jornada, de desvelos, de sentir en carne propia las risas y los llantos, que el cólico y la fiebre le arrancan a su vida; compensada con la dulce nota de su primera palabra; mamá, canto celestial en voz de niño, ausencia temporal del pudor exponen a la luz la láctea fuente y en ellas se amamanta a placer hasta saciarse, poco dura la succión del blanco líquido al compás del latir de extasiado corazón de madre. El tiempo, pasar inexorable de las horas se encarga de decirte en forma cruel, que aquella vida que creaste debe aprender a caminar y ser el mismo. No se quien llora más su primer día de escuela, deberían guardar las lagrimas de ese momento, las de el, mirando hacia atrás entrando al salón y las tuyas caminando en reversa observando las manos que ya no lo sostienen. Y así los cíclicos reencuentros se suceden y de aquellos diminutos correlones hoy tienes ante ti tu principal alumno, tu cátedra, los valores a formar, cumpliste tu misión y das la vida.
 
Difícil tarea la que asumiste, nadie sino una madre tiene la capacidad para cumplirla, duras palabras para un alma sensible expresada en regaños, reprimendas para enderezar los cursos que te producen dolor aunque sea justo. Impredecible recompensa a tus esfuerzos muchos dolores y heridas podrías sufrir con las armas de la ingratitud y asumes el riesgo con la razón que da la pertenencia de la vida dada; dar amor y dar amor es tu consigna, tu horizonte su felicidad, tu mayor logro sus triunfos, tu mayor alegría sus risas. Tus más frecuentes palabras, mi hijo, mi vida, y así será por siempre, girando en torno a su vida, percibida como extensión de la tuya y aunque el tamaño y la edad lo hayan obligado destetarse, seguirás eternamente amamantándolo en tus sueños. La maternidad le colocó un adjetivo inseparable a tus acciones, amor de madre, visión de madre, sueños de madre; en una labor incansable de dar vida.
 
El tiempo no se detiene, y ese hijo o hija que creaste y diste vida, debe cumplir la divina misión encomendada y dar la suya, la separación es más extensa, seguirá siendo tu hijo y tu su madre, pero otros amores dividen  su tiempo, otras vidas surgen a consecuencia de la tuya y otro novel cariño florece en tu huerto, el árbol hijo produce frutos y sentimientos rivales de benigna intención revitaliza el instinto maternal que aumenta el tamaño del órgano que alberga sentimientos, por eso no hay nada más grande que corazón de madre, ni ojos de mayor brillo que los ojos de madre. Algún día, si ya no estas, sentada en mecedora con la sien de plata, destapando el baúl de los recuerdos, estarás siendo observada por Dios, quien  en divina reflexión comentará a los ángeles, admirable mujer de nombre madre y de apellido ternura; le puse una misión y dio la vida
 
PILDORAS DE TU MEDICO
 
Después de la creación algo faltaba
No atinaba dios a saber lo que sería
Recogió todo lo bueno que existía
Y en un molde de ternura llevó a un horno
Donde llamas de cariños y alegrías
Hicieron que brotara un ser divino
Y su mayor virtud, era que amaba.
 
Se agotó la reserva divina de amor
Cuando te hizo
Ya no hubo más comparación
Con lo más grande
Y a su natural creación la llamó Madre.
(Carlos Basanta)
 
VACUNA CONTRA EL ESTRÉS
 
-       Mamá son las 3 de la mañana y no puedo dormir, porque no me cuentas un cuento
-       Hijo mejor esperamos que llegue tu papá a ver con cual nos viene hoy.
 
En el Ginecólogo:
-       Señora le tengo una muy buena noticia
-       Señora no doctor, señorita
-       Señorita?; entonces la noticia no es buena
 
Amor de madre
-         Señora esa muchacha si es fea
-         Respete señor ella es mi hija, además ella es muy bella por dentro
-         Entonces pélela.
 
 
Hasta nuestro próximo contacto.
*Medico. Magíster en Salud Pública.
E. mail basantac@cantv.net
 
 
 
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