DR CARLOS BASANTA.*
LA SALUD SOCIAL VENEZOLANA
EN TERAPIA INTENSIVA
Definitivamente los venezolanos hemos perdido la capacidad de asombro, cada vez son más insólitos e inéditos los hechos que adornan las páginas de sucesos de los diarios, y cada vez son más las personas que pasan a ser parte de las estadísticas de una violencia sin precedente en el país y que todos los días deja un saldo de muertos, agresiones físicas y con traumas psíquicos que dejaran una huella oculta imborrable, de cicatrización lenta que marcará de alguna manera la conducta social individual. De una nación de panas burdas, nos hemos convertido en el huerto del odio; estamos perdiendo los valores y principios más elementales, se percibe una pérdida progresiva del respeto hacia aquello que creíamos intocable; se han hecho frecuente los atracos en las iglesias, en las funerarias, el valor de la vida se ha reducido a cero, cualquiera con arma de fuego se siente Dios convirtiéndose en profesional del asesinato. Puedo citar muchas cifras de muertes y atracos que dejarían como algo pequeño los saldos de bajas en Irak y Afganistán, pero lo que estamos sintiendo en carne propia nos muestra la cruel realidad; masacres en fiestas infantiles, atraco de autobuses repleto de niños, es solo una pequeña muestra del grave estado de nuestra salud social, en este momento en terapia intensiva.
La Salud Social va mucho más allá de la habilidad para mantener unas relaciones interpersonales saludables, incluye la relación que tiene cada persona con su comunidad y la salud general de las mismas comunidades y para lo cual se deben considerar tres aspectos fundamentales; lo Económico, lo Social propiamente dicho y lo Político como garante de la participación individual y colectiva. La Sanidad Social debe garantizar ingresos suficientes, empleos seguros, accesibilidad a los recursos desde el punto de vista económico, con la garantía de la unidad familiar, interrelación social y comunitaria solidaria y en armonía donde lo filial predomine sobre los dogmas independientemente de su origen y donde los individuos sin discriminación de credos, razas ni ideología tengan las mismas oportunidades de participación en las decisiones que afecten la vida social en su conjunto. La salud Social debe ser garantía de inclusión, económica, comunitaria y política y sobre manera garantía de vida.
La salud es el resultado de la interacción positiva de varios factores. Depende del equilibrio de adaptación del organismo, su Psiquis y el ambiente tanto ecológico como social, cualquier circunstancia que altere esta relación resulta en un trastorno de la salud individual y /o con repercusión colectiva. Nuestro ambiente social es cada vez más agresivo, el aumento de la pobreza, el desempleo, el alto costo de la vida y sobre manera la inseguridad han creado un caldo de cultivo ideal para la instalación de esa relación letal de Violencia – Inseguridad – Violencia. La Oficina Panamericana de la Salud ha señalado con mucha razón que “la violencia, sobre todo aquella que no concluye con la muerte, altera ese estado de completo bienestar físico, mental y social de los afectados. En tal sentido la violencia en la mayor parte de sus expresiones se torna productora de enfermedades.
El vivir en un ambiente de inseguridad como el nuestro, el comenzar a temblar cuando vamos en un autobús y pensamos en que momento y cual de los pasajeros dirá esto es un atraco, el vivir entre rejas cuando los malandros andan libres, cuando los delincuentes nos marcan la hora, el lugar, el vestido, las prendas y perdemos la libertad de elegir a donde ir y que ponernos se produce una carga emocional crónica con angustias, sobresaltos, el organismo a través de las glándulas en forma natural produce sustancias que nos elevan la tensión Arterial, taquicardia, sensación de ahogo, trastornos gastrointestinales, llevando este estado emocional constante a trastornos de nuestro sistema de defensa, apareciendo enfermedades que en otras circunstancias hubiésemos enfrentado con éxito, el cáncer encuentra la oportunidad para instalarse. Nos volvemos sicológicamente inestables explosivos, agresivos en el trato con las demás personas, el conducir en forma agresiva genera accidentes. Hay un deterioro en nuestra calidad de vida, que repercute en las conductas colectivas creando un círculo vicioso de deterioro con la salud social.
PILDORAS DE TU MÉDICO
· La salud social debe ser atendida como un problema de estado, la violencia y la inseguridad son parte y efecto de su deterioro, es un problema que debe incluir la participación de todos los sectores, atacar la inseguridad sin eliminar sus raíces, es como tratar de curar las infecciones bajando la fiebre
· Es importante que hagamos un esfuerzo extraordinario para mejorar el ambiente político que se ha convertido en trabas para la salud social. Nos urge un estado arbitro y no parte, porque independientemente del color del gobierno, es quien coordina el estado y es parte de el, pero no es el estado, por la salud social, necesitamos un estado sintetizador del bien común, que garantice la ley y el orden y que su objetivo fundamental se centre en el interés nacional y no de parcialidades.
· Salud social traduce seguridad social, amor entre hermanos y paz social e indudablemente prevención de enfermedades
VACUNAS CONTRA EL ESTRÉS
No se que hacer con mi bisabuelo, se come las uñas todo el tiempo.
Al mío le pasaba igual, y le quite la maña en un momento.
Como?, Le amarraste las manos?
No, le escondí los dientes.
Dos ladrones árabes llegan a una iglesia evangélica y pistola en mano entran gritando:
- Vamos baisanos, todos a la bared, a la bared, rápido a la bared
- Y todas las personas comenzaron: alabaré, alabaré, alabaré a mi señor.
Un campesino pasa frente a una lápida que dice: Aquí yace un abogado, un hombre honrado, un hombre íntegro. El campesino se persigna y dice asustado:
- ¡Virgen Santísima, enterraron a tres hombres en la misma fosa!
Hasta nuestro próximo contacto.
*Medico. Magíster en Salud Pública.
E. mail basantac@cantv.net
Twitter: @drcarlosbasanta